terça-feira, 1 de dezembro de 2009

Feminización del VIH/SIDA




¿Por que será que a las mujeres les toca sufrir más la violencia intrafamiliar que a los hombres? ¿Por qué será que son más victimas de violación ellas que ellos? Y ahora se nos viene la feminización del VIH/SIDA debido al crecimiento desproporcionado, en los últimos años, de casos de presencia del virus del VIH entre las mujeres.

Parece que sin ninguna explicación les estuvieran cayendo las 7 plagas de Egipto, pero la verdad es que esto sólo es el resultado de una sociedad patriarcal que ha puesto a sus mujeres en condiciones de vulnerabilidad.

La infección de VIH entre mujeres normalmente está asociada a relaciones sexuales desprotegidas, con sus parejas estables, consentidas o no.

Los estudios presentados por ONUSIDA muestran que la feminización del VIH es un fenómeno observado especialmente en países donde las mujeres tienen acceso limitado a Derechos Humanos y a Derechos Sexuales y Reproductivos, lo que las pone en mayores condiciones de vulnerabilidad socio económica, socio cultural, programática y de salud.

Las mujeres son las más pobres entre los pobres y ello no necesita mucha explicación, por otra parte se les asigna el rol de ser las cuidadoras de esta sociedad, con la crianza, atención a la familia, a las personas enfermas y ancianas, son educadas en el sacrificio para atender las necesidades de las y los demás antes de tener en cuenta sus propias necesidades. Dicha formación en el sacrificio es lo que las pone en condiciones de múltiples vulnerabilidades incluyendo frente al VIH.

No es un secreto que las mujeres tienen menos acceso a la educación al ser desertoras escolares por diversas causas entre otras: el embarazo, la crianza de sus hermanas y hermanos menores, el bajo dominio del lenguaje escrito, dificulta el acceso a la información técnica y de salud de las cuales no se ocupan los medios masivos de comunicación sino en fechas emblemáticas.

Las mujeres son más dadas a las practicas religiosas que los hombres, estas practicas tienden a satanizar la sexualidad y dificultan la adopción de comportamientos seguros, lo cual sumado a la forma de ver la sexualidad como una actividad en la que tiende a denominarse al hombre como el experto, deja de lado todas las medidas de autocuidado apoyándose en la idea de que la mejor protección contra el VIH es la fidelidad a la pareja y que ella está con el único hombre fiel del planeta, o con uno que ya prometió no volver a ser infiel.

Podría seguir enumerando más situaciones que ponen a las mujeres en condiciones de vulnerabilidad ante la pandemia del SIDA, tales como la dificultad para acceder a las pruebas diagnosticas de VIH si no están embarazadas, o a la falta de programas de prevención específicos, en horarios y condiciones en las que ellas puedan acceder.

Todas estás son las causas de que hoy se afirme que “el rostro del VIH/SIDA es un rostro de mujer”; inicialmente la epidemia afectó mayormente a los hombres, hoy casi la mitad de los 40 millones de personas que viven en el mundo con el VIH son mujeres. Santander se encuentra entre los cinco primeros departamentos del país que reportan mayor incidencia de VIH y el 70% de las personas que viven con VIH en el departamento son casos reportados en las ciudades de Bucaramanga y Barrancabermeja.

Ya es hora que el tema del VIH/SIDA se atienda debidamente, se realicen acciones eficaces para llegar a todas las comunidades en todos los rincones de la patria, y no que sólo ocupe la atención el 1 de diciembre de cada año.

¿Recuerdan ustedes cuando vieron el último comercial para aprender a decir “sin condón ni pío”, o “el condón lo cargo yo”?


Catalina Valencia García
Fundación Mujer y Futuro
Línea de TRANSVESALIZACIÓN VIH/SIDA

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